martes, 4 de enero de 2011

la tierra fecunda es infinito
de adentro hacia afuera, la unidad
de los siglos por los siglos
trasa el orbe de las galaxias en el arpa
desafinada por pensamientos de viento
rencoroso, la cascadas sensatas
santifican las cuerdas para darle sensación
bienintencionada.
el sueño se explana por la llamarada
de caricias eternesidas, la claridad de esta
hace que se conforte a mi lado
el humano de aullido ensordecido.
la marea es sangre, sus huéspedes;
frutos brotantes de cara a cara para el
cruce separado en la esquina del
desbocado corazón, la rabia
es el tamaño oxidado de la alegría
o el volar de un punto al otro de la acides
desinivida.
llorar es hablar en el parque enfriado
por la voces hirientes,
delirio es que se caigan las hojas roídas
por el viento malagradecido.
las rocas te romperán
los huesos calcinados
por culpa del odio mutuo
de la mentira mal vivida
en el cráneo taladrado,
tu reflejo vi sufrir en el espejo
escrito en las orquídeas rebeldes
que florecen al mediodía,
el astro te recomendara
que la sangre la dejes correr
a la desenvocadura de su silencio.
dolor te encontraras
en las escaleras de madera podrida,
en el pasillo arrugas se harán.
la madrugada se perfora
en el manto naciente de la flor aromatizada
para que el farol lo recicle.

jueves, 30 de diciembre de 2010


el fuego negro
ilumina al humillado
ya que eso esta en su cuerpo,
el delirio es tu filtro
que bombea el veneno
de la raíz a la copa de tu carne,
el aliento carroñero es tu frescura
que se divide en fragmentos para recorrer
las orillas.
las noches son infinitos
y a la vez epitafios,
ese manto negro,
negro como tu alma,
cubre el orbe de la tierra de los andes al mar muerto.
tu tan solo tienes un espejo
que era como el agua santa,
limpia y pura,
pero que con tu amarguras
se enviudo,
por culpa de tu reflejo se tapo.
aveces, no siempre,
cuando poso mi dibujo en el invisible
los colores intangibles se hacen ver.

retención


mujer olvidada
en los ríos profundos
estancada y aislada en tu centro
personal,
te olvidan
porque tu solamente fuiste el recuerdo
de antaño,
del antaño lejano y sepultado,
sepultado en catacumbas de piedras negras
que lo retienen para tu muerte pronta.
tu casa deteriorada
te queda, deteriorada con paredes quebradas,
tan quebradas como tu sueño,
un sueño idealizado que al llegar al final
del camino se encuentra inconcluso
e incompleto,
inconcluso por tu apego a lo irreal,
irreal porque la realidad es lúgubre,
lúgubre porque te encuentras en tu sepulcro,
un sepulcro que te obsequio el
destino para tu
restantes días
de soledad cercana.

esa soledad
te acompañara al mausoleo
de blanco marfil,
la soledad que te acompaña ahora
estar en el paraíso y en lo
terrenal,
en la felicidad y en la amargura,
en la pasión y en el efusivo odio.
te estas quedando
como una invalida
sentada o postrada en la jaula
de débil mimbre,
maldiciendo a los que ves pasar,
a los dichosos u afortunados,
para que así compartan tu destino.
los espíritus te penan,
te gritan al oído y te enjuician
con venda en los ojos vacíos,
¡¡les suplicas que sigan su camino!!,
¡¡que dejen tu alma ya maldecida!!.

¡¡con dolor naciste y con este as de morir!!,
dicen que lo dolores son temporales,
pero el tuyo esta ensartado, clavado
en el alma personal,
tu nublas esa vista
y te insertas en la fantasía de lo inconcluso
para nadar en tu
reflejo roto.

martes, 28 de diciembre de 2010

Decepción

Sobre los senderos tristes
los violentos se levantan
de las tumbas penando,
las historias se repiten arduamente,
esas que son imborrables y dolores.
el
silencio se vuelve secreto en llanto,
las piedras te golpean
con ruidos secantes,
tu voz
es hueso negro carbonizado,
tu canto es sonido muerto,
tu grito es agonía torturante.

las miradas
son vistas deterioradas
que te rompen el ser
y la impunidad sacerdotal.

los hombres
son frutos de la agonía
del corazón,
la ternura que te fecundo
ahora es sangre envenenada.
los látigos son verdugos con clavos que
te destrozan y penetran la piel
ya golpeada,

las torres de santo yacimiento,
se resalta imponente ante las sombras maduradas
y sembradas,
pero todo llega a su fin,
aun fin podrido e indiscreto,
aun descarrilamiento predecible,
¡¡las torres caen!!
-ya lo veía venir
sus pilares se convirtieron en espejos,
en espejos que al ver tu reflejo
se apenan y se quebrantan.

los perdones ya no son oídos,
son castigados.
las suplicas son violadas
una y otra vez.
el infinito es interrumpible,
el pensamiento
es una caída sin fondo, que mientras uno sucumbe
a la oscuridad
se va haciendo polvo y gravilla.

¡¡¡¡la piel desgarrada se te llena de moscas!!!!!
y las tiras de piel que cuelgan
como advertencia
te sirve de vestimenta,
las heridas abiertas
te hacen desangrar por orificios azumagado
para que se hagan
ríos y lluvia.


mucha amargura es muerte en vida

recuerdos de antaño
amargos y sin sabores,
pero tan aledaños
en el partido corazón en tres,

sin penas ni alegrías,
sin triunfos ni perdidas
me recuerdo día, día
mientras yo dormía.

amargura del antes y después
aparecen siempre en el aclarar.
sin importar cuanto lo logres
tu dolor siempre te llevara al arrastrar.

me recuerdo en el ataúd,
adornado de seda y felicidad,
en eso se me viene el alud
y hasta ahí llego la libertad

pasion contenida

preparate que se va la noche
y de llegar la brillante luz vendrá
para iluminar tu hermosa verdad.

mi pasión de achicadas brasas,
junto con la de tu pasión, sera de forestal.
el sol quemara y las alas
volaran, volaran, para andar como postal,

calmara tus gruesas heridas
solamente te pido ¡¡dejate llevar!!,
de ahora en adelante yo seré tus alegrías,
mi delicada rosal solo dejate amar.

sabes que no podrás aguantar
mas, tan solo dejate lanzar,
tus volcanes ya no te dejan respirar
y en ti me dejo derrumbar

lunes, 27 de diciembre de 2010

maldigo

¡¡que he sacado con los días!!,
¡¡que los pasos borrosos!!,
tu
mi señor ingrato,
los días cambian, cambian
¡¡y los nombres tallados!!

maldigo!!!!!!!!!!
de arriba hacia abajo,
desde el cristo rezando
al recién nacido.

que he sacado con tratar de amar
si la enredadera lo ¡¡ha!! de devorar todo,
era uno el que plantaba
el rojo rosal.

ya no he de alcanzar
el tricolor
del palomar crucificado.